Cruceros en familia: por qué es un buen plan
Lo admito, yo era de esas personas para quienes unas vacaciones en crucero no eran la primera opción. La idea de estar metido en un barco con cientos de personas en espacios reducidos no era mi concepto de unas vacaciones relajantes. Sí, había hecho un crucero una vez, y tengo que reconocer que fue una excelente forma de conocer Alaska. Pero, al bajarme del barco, pensé que ese sería mi primer y último crucero.
Sin embargo, como familia con un hijo pequeño, la idea de viajar por Europa durante un verano largo resultaba abrumadora. Él es un comedor quisquilloso. Quiere jugar al baloncesto todos los días (es como una terapia para él). ¿Podría soportar caminar todo el día con sus padres entusiastas que solo quieren ver cada sitio histórico y comer en los mejores restaurantes locales? ¿Realmente queríamos cargar con todo nuestro equipaje por Europa, haciendo y deshaciendo maletas sin parar durante varias semanas? Estas fueron algunas de las dudas que, al final, nos empujaron a considerar otra vez la opción del crucero.
Así que, después de ver una oferta ridículamente barata de un crucero por el Mediterráneo en el Top 20, nos lanzamos y reservamos nuestro camarote para las vacaciones de verano.
Y una vez que estábamos en marcha, las ventajas empezaron a hacerse evidentes de inmediato. Para familias con niños pequeños (o incluso familias extensas), hay muchos beneficios. Pero incluso para parejas, un crucero puede ofrecer muchísima comodidad y relax. Por eso, hoy en día, los cruceros están en lo más alto de nuestra lista al planear vacaciones en familia.
Itinerarios interesantes
Con los cruceros, cambias profundidad por amplitud. Ciertamente, no tienes la flexibilidad de pasar más de un día en una ciudad (a menos que el itinerario contemple dos días en un mismo lugar). Pero para mí, esto es como probar un buffet: puedes saborear un poco de muchos sitios distintos, lo que luego te da la opción de volver más adelante si quieres. En nuestro caso, como hacía años que no visitábamos Europa, queríamos tachar varios destinos en poco tiempo. También queríamos que nuestro hijo conociera una variedad de lugares, en lugar de solo una o dos ciudades.
Los itinerarios de los cruceros suelen incluir ciudades que no son fáciles de visitar por otros medios. Hemos hecho escala en varios lugares que nos han sorprendido gratamente. Una de esas ciudades fue Riga, en Letonia. Su historia rica y poderosa, sus calles adoquinadas, su arquitectura Art Nouveau y su gente amable nos hicieron desear haber tenido más tiempo para disfrutarla. Y ahí está uno de los encantos del crucero: puede llevarte a lugares que, de otro modo, habrías pasado por alto.
Además, en tiempos donde el turismo masivo amenaza las ciudades más populares, visitar destinos menos concurridos ayuda a combatir ese problema. ¿Y quién no quiere presumir en sus redes sociales de haber descubierto “el próximo gran destino”?
Lleva tu equipaje de mano y deshaz la maleta una sola vez
Sí, es posible que estés a bordo durante una semana o más. Pero una de las grandes ventajas es que solo deshaces la maleta una vez y no la vuelves a hacer hasta que termina el viaje. Los barcos también ofrecen servicio de lavandería. Así que, en lugar de facturar tu equipaje y sufrir pensando si llegará a destino, puedes llevar solo una maleta de mano y pagar para que te laven la ropa mientras tú estás explorando ciudades. Al volver a tu camarote, encontrarás tu ropa limpia y planchada.
¿Otro beneficio de viajar solo con equipaje de mano? No tendrás que entregar tu maleta al hacer el check-in. Normalmente, el equipaje facturado se entrega más tarde en el camarote, lo que puede dejarte sin acceso a cosas que necesitas de inmediato. Si lo llevas contigo, te instalas directamente y empiezas las vacaciones sin demoras.
Come lo que quieras, cuando quieras
Uno de los placeres de viajar es probar la cocina local. Cuando estamos de crucero, intentamos comer en tierra siempre que podemos. A veces eso implica cenar fuerte a las 4 de la tarde para regresar al barco antes de su salida a las 6.
Pero, al no hacer todas las comidas a bordo, podemos ser más selectivos con lo que comemos en el barco. Y tener la opción de comer lo que sea, en cualquier momento, es ideal para los más quisquillosos del grupo (es decir, mi hijo).
Nadie se pierde
Los cruceros tienen algo para todos. Con una agenda diaria repleta de actividades —desde bingo y torneos de ping-pong hasta catas de vino— siempre hay algo para cada estado de ánimo y preferencia.
En resumen, si una persona quiere hacer una cosa y otra prefiere algo distinto, no hay problema: es imposible perderse. Tus hijos mayores (o los abuelos) pueden moverse con libertad por el barco sin que tengas que estar pendiente de ellos todo el tiempo.
Las excursiones del crucero eliminan el estrés de planificar
Planear un itinerario complejo —buscar hoteles, transporte, actividades y más— puede ser agotador. Por suerte, todas las líneas de cruceros ofrecen una amplia variedad de excursiones para todo tipo de viajeros. Incluso si decides no contratar ninguna, revisarlas puede darte una buena idea de cómo organizar tu propia visita. Nosotros hemos tenido buenas experiencias reservando tours de un día con otras compañías, que además suelen ser más económicas.
Puedo decir con total certeza que ya soy un fan declarado de los cruceros. Nuestra familia ha hecho un crucero de verano tres años seguidos, y ya estamos planificando el cuarto. Al fin y al cabo, con tanto mundo por descubrir y tan poco tiempo, quizá no haya una mejor forma de viajar.